viernes, 30 de junio de 2017

Día #14: Yangshuo (Río Yulong)

Por fin un día en el que no hemos tenido que abrir los paraguas. Y es que ya estábamos empezando a cansarnos... Y hemos tenido suerte que haya sido justo el día que pretendíamos realizar una excursión por los alrededores de Yangshuo.

De nuevo desayuno a la carta en la terracita del alojamiento, que tanto juego nos está dando. Yo creo que ya las aldeanas de alguno de los puestos nos conocen, y hasta les hace gracia que un blanquito les compre uno de esto, otro de aquello y dos de lo de más allá. Nosotros también las vamos a echar de menos, que conste.

Bueno, como decíamos, hoy tocaba recorrer las zonas cercanas al otro rio que rodea este pueblo, el río Yulong, que significa dragón. En un principio íbamos a alquilar unas bicis, pero finalmente hemos optado por el medio de transporte número 1 en China, que no es otro que una moto tipo scooter eléctrica. Con la batería cargada y con una autonomía según nos han dicho de no más de 50 kilómetros, hemos alquilado una por 50 yuanes (nos ha parecido un precio estupendo, comparándolo con las recientes referencias que teníamos de otros blogueros). Por cierto, con el alquiler hemos querido que nos incluyeran un extra como es la súper sombrilla-paraguas.

Ya no es solo el hecho de poder gestionarte tú mismo el tiempo, las paradas, los caminos a tomar, el poder disfrutar de un entorno privilegiado, entre montañas y junto al río... sino también lo divertido que resulta ser uno más de la vida real de un pueblo, en este caso yendo en moto adelantando bicis y peatones, utilizando el claxon como hacen ellos para avisar que vas, cruzando las calles de cualquier manera (aparente) pero siempre con un orden.

Súper divertido y emocionante al mismo tiempo. Nos venían a la memoria momentos de nuestra aventura en Camboya, cuando también alquilamos una moto, siendo uno de los mejores recuerdos que guardamos de aquel viaje.

Por el camino hemos atravesado pequeñas aldeas, en donde la vida transcurre sin prisas, donde la gente trabaja el campo, construye casas, gestionan sus pequeños puestos de comida o artesanía, etc. 

Los paisajes verdes, con los arrozales, huertos, árboles frutales... se alternaban, pero siempre con la atenta mirada de los pináculos...

Nos hemos acercado hasta el puente del dragón, Yulong Bridge, un puente de piedra, donde es muy típico alquilarse una balsa de bambú que te lleve río abajo. Es divertido ver todo este colorido de las sombrillas acopladas a cada balsita.


Las balsas, una vez terminado el recorrido son recogidas en camiones y transportadas de nuevo río arriba, vamos, un trabajo de chinos!

Las instantáneas del rio con las balsas quedaba muy bien en el decorado...

Varios hoteles a lo largo del camino...
Y hasta algún lugar donde reponer fuerzas... primero con unas patatitas picantonas...
...y luego con un café con hielo y un batido de mango...

Hemos seguido paralelos al rio, y debido a lo embarrado de algunos caminos, hemos tenido que optar por tomar rutas alternativas...

De vuelta a Yangshuo, nos hemos acercado al puente de piedra, donde llegaban cantidad de balsas con todo chinos... y las vistas, de nuevo, te dejaban boquiabierto...

Desde aquí nos hemos acercado a ver (no hemos subido hasta la cima, que con lo de ayer en Xingping ya tuvimos bastante) la montaña de la luna Moon Hill, que destaca por ese agujero que se forma...

Y con las mismas, vuelta a Yangshuo atravesando otras aldeas y caminos diferentes...

...entrando en el pueblo en hora punta, con un tráfico de mil demonios....pero divertido no, lo siguiente!

En resumidas cuentas, que ha sido un día intenso, bonito, disfrutón, alegre, seco!
El remate final, lo ha puesto la cena, con un bol de gambitas y noodles en salsa picante (con cucharillas para la salsa, solo para la salsa, que con los palillos nos arreglamos de maravilla)

También hemos comprado otro mango y unos lichis que estaban muy sabrosos, casi como despedida de este pueblecito que tan bien nos ha acogido y que tanto hemos disfrutado.

Mañana toca desplazamiento de nuevo, el último de esta aventura (😂)
Seguiremos informando.

miércoles, 28 de junio de 2017

Día #13: Yangshuo - XingPing

Ha estado lloviendo toda la noche y continúa cuando nos levantamos. Decidimos tomárnoslo con calma e ir haciendo a medida que el tiempo nos lo permita. No queda otra!

De hecho, el desayuno de hoy ha estado formado por varias cositas que hemos ido comprando en el mercado, aquello que nos llamaba la atención y tenía buena pinta, alguna cosa que no teníamos claro que era... y es que en estos mercados te puedes encontrar de todo... ya no solo mujeres de avanzada edad vendiendo verdura, fruta, carne... y mucho pez vivo, ranas, anguilas, cangrejos, unos caracoles tamaño pelota de ping pong, etc.
...y finalmente con un muy buen resultado. En China se come muy bien!

Hoy queremos acercarnos a un pequeño pueblo llamado Xinping. Aquí dicen que se tienen las mejores instantáneas de estos pináculos karsticos que nos rodean mires por donde mires. Para llegar allí, hay que coger un autobús que sale desde la estación sur de autobuses que...... mirar en qué se ha convertido... 
...menos mal que una amable chica nos ha indicado qué teníamos que hacer, que no era sino ir a la estación norte, que parece ser es desde donde ahora salen todos los autobuses en Yangshuo. Ningún problema. En menos de 20 minutos y por solo 10 yuanes estábamos ya montados en la tartana de autobús que hace este recorrido.

El recorrido pasa por una zona aún más rural, si cabe. Atraviesas pequeñas aldeas donde aparentemente, la vida es más difícil. Pero seguro que son solo apariencias.

Tras menos de una hora, hemos alcanzado Xingping.

Para alcanzar el muelle, hay que atravesar una calle muy pintoresca, con tiendecitas, restaurantes, etc. Se nota que es temporada baja, porque en muchos locales están de obras, arreglos menores, y no te prestan mucha atención. 

 Una vez en el embarcadero, las vistas ya eran impresionantes. El rio Li en primer plano y al fondo otro buen número de montañitas.

El río sigue bajando con fuerza, por lo que solo las grandes embarcaciones pueden navegar este tramo con los turistas chinos que llegan aquí en masa. Es una pena que las balsas de bambú no puedan surcar estas aguas, ya que la estampa sería completa.

Una de las cosas que se pueden hacer aquí, y que Roberto tenía entre ceja y ceja, es ascender a lo alto de la montaña de Lao Zhan Shan cuyo acceso está al lado mismo de donde salen los barcos. En esta foto se puede apreciar la locura que estábamos a punto de hacer...

Se trata de una ascensión complicada, con mucho desnivel, más de 1100 escalones, y hasta una ultima escalera de hierro cual vía ferrata. Si a todo esto le unimos que todo está mojado, las probabilidades de resbalar y tropezar estaban aseguradas. Os adelantamos que no hemos sufrido ningún percance. La subida, en efecto, ha sido tal y como la describían, bastante difícil.

Y, ¿ha merecido la pena tanto esfuerzo? Juzgad vosotros mismos...
Está claro que lo peor era la bajada, y por eso nos lo hemos tomado con mucha precaución en todo momento. Si nos viera Jesus Calleja!

Una vez descendido la montaña, un zumo de mandarinas - naranjas (no sabemos bien que eran) recién exprimido, para reponer fuerzas, justo antes de que empezara a llover. 

El resto de opciones en esta zona, pasan por coger uno de los barcos (que no era nuestra idea) o pasear hasta algunos de los miradores, que es lo que hemos hecho.

No muy lejos, la imagen que se puede fotografiar es la que aparece en los billetes de 20 yuanes...

Si en la zona de los arrozales, las mueres de la etnia Yao te querían enseñar su larga melena, aquí insisten en que te fotografíes con unos cormoranes, que son los que utilizan para la pesca (pobres animales), aunque nos imaginamos que será tan solo para los turistas...

Agotados, mojados y con hambre, hemos preferido aprovechar la relativa tranquilidad de este pueblo para sentarnos a comer. La elección del sitio y de los platos ha sido una pasada. Lo que se ve en la foto es, por un lado una berenjena asada con una salsa como si fuera un pisto, pero dulce, que estaba riquísima. Además, la berenjena estaba como crujiente, como si la hubieran pasado también por la parrilla. El otro plato, es una especialidad de esta provincia de China, y es lo que llaman el Beer Fish. Creemos que el pez de río en cuestión es una especie de perca, que ha resultado estar, dentro de lo soso que puede ser, muy sabroso por todo lo que lo acompañaba. Todo ello acompañado con un pot de té verde, y con toda la familia del local, por allí sentados.

Descanso reparador, tras el cual hemos cogido de nuevo el bus de vuelta a Yangshuo. Pero como ya nos conocemos como funcionan aquí las cosas, casi al llegar, les hemos pedido que nos dejaran bajar, ya que nos pillaba cerca del centro, y así evitar tener que ir a la estación, para luego volver al centro.
Además, está muy bien ir viendo escenas cotidianas a cada paso que das, como por ejemplo las tiendas de electrodomésticos donde destacan las cocedoras de arroz... o las partidas que en cualquier momento y lugar se echan los chinos y chinas, menuda afición que tienen, es impensable para nosotros...

Aprovechamos también para comprar fruta para la cena: mango y fruta del dragón. Estaba empezando a llover, estábamos cansados, así que nuestra terracita nos estaba esperando con los brazos abiertos. Qué maravilla de sitio!

Seguiremos informando.