Día #4: Beijing (Palacio de Verano)

Último día en la capital de China antes de continuar nuestra aventura por el país asiático. 

Hoy no hemos madrugado, y nos lo hemos tomado con muuuucha calma. La paliza de ayer, visitando la Gran Muralla ha hecho mella en nuestras piernas, y es mejor ir despacito para así disfrutar al máximo. Así que, lo dicho, hemos dormido hasta tarde, hecho las maletas y salido a la calle a desayunar (o almorzar por la hora que era). Nos hemos acercado al mercado que tenemos cerca del hostel, donde desayunamos el primer día, a palpar el ambiente. Y la verdad es que ha merecido la pena, puesto que la zona estaba muy animada.

Allá donde fueres haz lo que vieres... pues eso, que nos hemos aplicado el cuento una vez más e integrado con la gente local y sus constumbres.

Tras el estupendo almuerzo, hoy tocaba la última visita en Pekín, el Summer Palace, el palacio de verano del emperador. Se trata de un parque en el que el lago central es el protagonista ya que ocupa una extensión muy grande. Templos, salones, pasajes, lagos, etc.  conforman este precioso lugar donde hemos estado unas cuantas horas.

Primero hay una zona de tiendas que recrea una calle cualquiera creada a petición del emperador para que éste pudiera salir a pasear por aquí como si estuviera en la ciudad, siendo todos los comerciantes actores de reparto!

Ah, por cierto , esta es la moda masculina china...

A continuación, subimos la colina para admirar algunos templos con mucho colorido tanto por fuera como por dentro.

La situación de todos estos espacios sobre la roca es algo diferente...

...y después de tanto esfuerzo, la recompensa de llegar al punto más alto de esta la llamada Colina de la Longevidad.

...desde donde se podían admirar estas vistas del lago y el puente de 17 arcos.

Una vez abajo, caminamos por el gran corredor, hecho de madera con escenas de la vida en aquella época...

Como teníamos todo el día por delante, empezamos a rodear el lago, pasando primero por el barco de mármol, el sitio donde la emperatriz Cixie daba sus fiestas personales...

El paseo entre árboles, atravesando diferentes puentes, ha sido bastante reconfortante, aunque bastante largo...

Parecía que nunca íbamos a llegar al puente...

Por último, vuelta a por las mochilas, y metro hasta la estación central de tren de Pekín, donde el ambiente era impresionante. Esta noche nos toca emprender rumbo a Datong en un tren nocturno con litera en compartimento de cuatro. 

Antes de acceder al tren, te hacen esperar en lo que ellos llaman 'sala de espera '.

Seguiremos informando.