sábado, 24 de junio de 2017

Día #6: Pingyao

El viaje desde Datong, más largo que el de la noche anterior y más pesado, puesto que ha ido parando en muchos sitios a lo largo del recorrido. Nuestros compañeros de literas, tampoco han dado nada de guerra, así que todo perfecto.
A eso de las 6 de la mañana llegábamos a la estación de Pingyao.

Pingyao es la ciudad amurallada mejor conservada de toda China.

Fue célebre por sus mercaderes y un centro importante de comercio que se extendió desde el sur de China a Mongolia. Se la conoce como la Wall Street, puesto que aquí se inventaron los tongs, los primeros bancos en toda China. Su éxito fue tal que toda la ciudad se llenó de ricas mansiones medievales, no solo con bancos sino con todo tipo de corporaciones relacionados con ellos, desde transporte hasta compañías de seguridad y escoltas.

Mantiene buena parte de la arquitectura original de las dinastías Ming y Quing. Muchas de las casas que se conservan nos muestran una estructura de madera y un conjunto de patios interiores, en los que se incluyen diferentes estancias (cocina, dormitorio, despacho, salas para recibir a los clientes...) para las personas que allí trabajaban, en función del cargo que ostentaban.

Las casas de las calles principales intramuros presentan todas ellos la misma estructura de tejadillos grises y grandes portones.

Ademas, destaca la Torre del Mercado en el eje central de la ciudad.

También destacan varios templos, aunque nosotros solo hemos visitado uno taoísta bastante antiguo.

Por último, y antes de dar por cerrada la visita cultural, nos hemos acercado al antiguo edificio gubernamental Yamen. Es como el palacio del emperador, con varios patios que se van sucediendo, con templos. Desde aquí se llevaba la administración civil y también se administraba justicia.

Pero lo mejor sin lugar a dudas de Pingyao es callejear sin rumbo, atentos a la vida de su gente y poder disfrutar de cada momento.
Y por último algo destacable la ternera que se sirve en lonchas y parece como carne curada y los Kao Lao Lao, una especie de pasta en forma de panal de abejas.

La noche transforma la ciudad con el colorido de sus farolillos y de todas sus tiendas, alojamientos, sitios de comida...

Y finalmente, esta noche teníamos cama!!! Es de princesita de Disney, pero muy cómoda en una guesthouse donde nos han tratado de maravilla. A propósito, algo muy típico en los baños chinos, es que la ducha está junto al water, con lo que se moja todo.

Seguiremos informando.

4 comentarios:

  1. Una duda, ¿qué tal van las reservas del papel higiénico?

    Por lo demás, me parece que este viaje está siendo:¿simplemente diferente? con grandes contrastes entre la modernidad y el glorioso pasado chino.
    La parte gastronómica es para hacer un tratado de comida china y comparar con el arroz tres delicias y esos platos que pone en nuestros restaurantes chinos, que de chinos creo que tienen poco. Os falta arriesgar más y probar .......

    Saludos virtuales y abrazos a raudales


    Me alegra que todo esté saliendo tan bie.

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    1. Lo del papel higiénico lo llevamos bien. Salvo en los baños públicos,donde no hay... en los alojamientos sí que lo tenemos, aunque te lo dan como si fuera el albornoz o las zapatillas ...

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  2. Hola Chicos,
    Preciosa ciudad Pingyao , parece muy bien conservada o restaurada . No vivian mal los prohombres de la época, vaya casitas¡¡
    Susana , estaba bueno el snack no? . El dosel de la cama , sin palabras..
    Ahora pregunta: ¿ que son esas piezas de oro y plata , creo , en el baul ?
    Besitos.

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    1. Buen ojo, son piezas de plata, la moneda que utilizaban en la época para el comercio.

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