sábado, 24 de junio de 2017

Día #7: Xian

Qué bien se levanta uno tras haber podido descansar plácidamente. Además, el desayuno que nos han puesto en el guesthouse ha sido de nota. Unas empanadilas de cerdo y setas, una tosca de huevo frito y nectarina, acompañado de un café con leche o lo que fuera ese brebaje. Y para el camino, nos ha regalado dos botellas de un zumo de la fruta típica de la zona, que aún estamos intentando descifrar cuál es.

Hoy toca de nuevo coger un tren, pero uno rápido, que nos llevará en menos de tres horas a Xian, ciudad que todos conoceréis por sus famosos guerreros. El viaje ha sido muy cómodo, el tren alcanzando velocidades interesantes... 

...atravesando paisajes principalmente agrícolas, y a medida que se acercaba a las grandes ciudades, más y más bloques de apartamentos, algunos habitados otros en construcción.

Casi sin darnos cuenta llegábamos a Xian...

Hemos cogido el metro camino del alojamiento, con un calor que ya se empezaba a notar. Y es que dicen que en esta ciudad sus veranos son muy calurosos (damos fe de ello).
Algo que nos ha llamado la atención es que en esta ciudad de casi cuatro millones de habitantes, la gente viste como más moderneta, se nota además que es una ciudad universitaria, con importantes facultades de ciencia y tecnología.

Al igual que en el resto del país, sobre todo en Pekín, muchísima gente utiliza la bicicleta como medio de transporte. Y lo curioso es que se trata de un sistema novedoso de economía colaborativa en el que se comparte su uso, utilizando el móvil como medio de selección y de apertura del candado. Hay dos compañias que están teniendo mucho éxito con un sistema que ya están exportando a otros países, así que será cuestión de tiempo verlos por nuestras tierras...

Aunque todos conocen Xian por sus guerreros, es de destacar que aquí vive la comunidad musulmana más grande de China. Xian era paso de la Ruta de la Seda, por lo que debido al comercio se convirtió en una ciudad multicultural en la que los chinos convivían con otras comunidades de origen persa y centro asiático, que introdujeron el islam en esta zona.

En el Barrio musulman se ven costumbres muy curiosas respecto a la población budista que domina el resto del país. Sus calles están repletas de comercios, hombres con gorro blanco y mujeres con velo.

Así que imaginaros, musulmanes y chinos en un mismo cuerpo, y tener que regatear con ellos en el zoco, en los puestos de comida, en todos los sitios. Agotador...aunque divertido!

Este barrio musulman se encuentra dentro de la zona amurallada de Xian, y está repleto de tiendas de comida...

...y no nos hemos podido resistir a probar alguno de sus platos más tradicionales: te chino helado y kebab árabe.
Aunque también hemos probado estas nueces tamaño XXL...
...las cuales estaban saladitas por dentro, algo que nos ha sorprendido y que no entendíamos hasta que en otro puesto hemos visto que en una máquina las golpean entre ellas y las mezclan con la sal.
En cualquier caso, estaban muy buenas y muy baratas. Otro día probaremos algunas de las pipas del amplio surtido chino...
Por cierto, esta es la variedad de huevos, y no hubo ídem de probarlos...

Y, cómo no, en todo barrio musulman, no podían faltar las mezquitas. En Xian destaca y es digna de ver la Gran Mezquita, y es que entrar en lo que se asemeja a cualquier otro templo chino que hayamos visitado, pero sin budas, confucios ni deidades taoístas, es algo chocante.

El ambiente en esta zona, por la que hemos andado sin rumbo, sin plano, sin prisas (¿alguien se lo cree? Pues sí, así ha sido...) es una pasada y nos ha encantado.
Y con los neones y humeantes cocinas, la noche estaba de lo más entretenida.

Cerca del barrio musulman, en el centro de la ciudad antigua, se encuentran la Torre de la Campana y la Torre del Tambor, uno de los símbolos de la cuidad. La iluminación que poseen al anochecer es alucinante.

Las murallas de Xian se extienden a lo largo de 14 kilómetros, y tienen entre 12 y 14 metros de ancho en su parte superior. Aunque la idea inicial era recorrerlas en bici, finalmente hemos desistido debido al intenso calor (36 grados) que no lo hacía muy recomendable. Sí que nos hemos acercado a ver su puerta sur, que es la más bonita de todas las que posee.

Justo al lado, se encuentra la Calle de la Caligrafía repleta de tiendas con objetos relacionados con este arte.

La verdad es que este medio día que hemos pasado en Xian, antes de la visita principal de mañana, ha sido todo un descubrimiento visual, olfativo, gustativo, etc. Totalmente recomendable.

Seguiremos informando.

4 comentarios:

  1. Me encanta, me encanta esta mezcla de tradicción y modernidad, de mezcla de culturas, de gastronomía a pie de calle (aunque aquí falten gúevos), de paisaje y paisanaje, vamos que me encanta todo todo todo.
    Saludos virtuales y abrazos a raudales.

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  2. Hola chicos,
    Como dice Miguel más arriba, la crónica de hoy refleja muy bien la diversidad de China. Las fotos captan muy bien lo que queréis contarnos . Por cierto, los cangrejitos fritos tienen una pinta estupenda ¿ los habeis probado?
    Besitos

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    1. No , aún no han caído los cangrejos... pero todo se andará. A la Susi le da miedo que le pueda sentar mal... me los voy a tener que comer yo todos !

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  3. Susi!! Tu cara en la foto del zoco lo dice todo ....

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