lunes, 26 de junio de 2017

Día #10: Ping An

Hoy nos hemos levantado sin prisa alguna. El nivel de las aguas del rio ha bajado considerablemente, y se ve gente trabajando para acondicionar los caminos ribereños.

Antes de desayunar, un paseo por el mercado para comprar algo de fruta para el largo camino que nos espera. El desayuno ha sido variado, occidental y oriental, por si las moscas... y ambos han resultado estar muy ricos. 

Con las mismas, mochilas al hombro y camino de la estación de autobuses. Este trayecto es en el que tenemos una información menos precisa, y a priori pensamos que en menos de 4 horas deberemos llegar a nuestro destino final, Ping An.
El bus sale puntual, va casi vacío y aunque su destino final es Guillin, nosotros nos bajaremos antes. 

En seguida coge la autopista y atraviesa parajes muy verdes, casi todos ellos agrícolas, y ya se empiezan a ver muchos arrozales. La lluvia va y viene durante el trayecto, y se mantiene el clima muy húmedo y más fresco de ayer.

Comentar que gracias al GPS, en todo momento sabemos por dónde estamos yendo, no vaya a ser que hayamos cogido otro autobus!

Todo iba estupendamente, hasta que en un tramo nos sacan de la autopista y nos desvían por carreteras secundarias. Las lluvias torrenciales de los últimos días han provocado numerosos desprendimientos, lo que ralentiza el tráfico. De hecho, en una zona, un corrimiento de tierra se ha llevado por delante un coche que aparece semi sepultado en la cuneta.

Más adelante, otro tramo en el que solo está disponible un carril, y nos toca parar durante casi una hora.

Total, que entre desvíos, paradas y demás, llegamos con más de 2 horas de retraso al destino final. Y encima, se puso a llover como si no hubiese un mañana. Qué le vamos a hacer.

Ping An es una de las aldeas dentro del parque de los arrozales de Longsheng. La particularidad de esta zona de arrozales es que están distribuidos sobre la ladera de las montañas, y son un ejemplo de Ingenieria humana, que se empezaron a construir hace ya 7 siglos. Aquí viven algunas etnias que durante años han trabajado estos campos y han mantenido los arrozales tal y como sus antepasados los diseñaron, con los bancales perfectamente distribuidos y un sistema de regadío automático-humano que los mantiene en perfecto estado. En este entorno tan solo se obtiene una cosecha al año que está destinada a consumo propio.

Llovía tanto al llegar, que ni siquiera las mujeres de una de las etnias que habitualmente se ofrecen (previo paso por caja, claro está, que suena muy bucólico, pero estamos en China!) a portear las mochilas hasta lo alto de la montaña, que es donde están los alojamientos, se nos ha acercado.
Agotados y mojados, finalmente hemos alcanzado nuestro alojamiento, que pasa por ser el más elevado de PingAn por lo que las vistas desde la terraza de nuestra suite son impresionantes. O no?

Sencillamente es como estar abrazando el cielo, ese cielo amenazante, con la niebla que va y viene, que se cuela por los valles y que de repente te deja ver los maravillosos arrozales, y unos minutos después se planta ante ti como una sábana blanca. Escenas relajantes, tranquilas, que emanan paz y que son casi mejor que cualquier técnica de mindfullnes, y que tras el ruido habitual de todas las ciudades chinas, son de agradecer.

Una ducha reparadora y cena en el mismo hotelito de montaña. La familia que lo regenta, en donde la pareja joven hablan un inglés más que decente, y además ella es la cocinera, nos prepara unos dumplings de huevo rellenos de carne y verduras y, la especialidad de la zona, el bambú rice. Un 10 para la cocinera !

El tiempo sigue igual, y las previsiones son de lluvia para........ toda la semana! Así que no sabemos bien qué haremos mañana. Pero ahora toca descansar, tras el largo día de transición.

Seguiremos informando.

3 comentarios:

  1. Las dos últimas fotos de las vistas son preciosas, parece estar todo pefectamente diseñado con el ordenador de la historia; además el autor del blog hoy se ha vuelto poético y parece que el no orden y la no planificación tampoco le importan.
    Gracias a ambos por permitirnos¡r estar de vacaciones aunque sea solo unos momentos al día.

    Saludos virtuales y abrazos a raudales.

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  2. Hola chicos,
    Ha costado un poco llegar , pero el premio es el paraiso , paisaje espectacular es quedarse corto. Espero que cese la lluvia y la niebla y disfrutéis de esa maravilla .
    Por cierto ,con cada foto gastronómica os odio un poco más , salivo solo de imaginar esos sabores..
    Besitos

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  3. Yo os admiro. Hace tiempo k teneis ganado el título de viajeros, pero en este viaje lo estáis dando todo.

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