miércoles, 28 de junio de 2017

Día #13: Yangshuo - XingPing

Ha estado lloviendo toda la noche y continúa cuando nos levantamos. Decidimos tomárnoslo con calma e ir haciendo a medida que el tiempo nos lo permita. No queda otra!

De hecho, el desayuno de hoy ha estado formado por varias cositas que hemos ido comprando en el mercado, aquello que nos llamaba la atención y tenía buena pinta, alguna cosa que no teníamos claro que era... y es que en estos mercados te puedes encontrar de todo... ya no solo mujeres de avanzada edad vendiendo verdura, fruta, carne... y mucho pez vivo, ranas, anguilas, cangrejos, unos caracoles tamaño pelota de ping pong, etc.
...y finalmente con un muy buen resultado. En China se come muy bien!

Hoy queremos acercarnos a un pequeño pueblo llamado Xinping. Aquí dicen que se tienen las mejores instantáneas de estos pináculos karsticos que nos rodean mires por donde mires. Para llegar allí, hay que coger un autobús que sale desde la estación sur de autobuses que...... mirar en qué se ha convertido... 
...menos mal que una amable chica nos ha indicado qué teníamos que hacer, que no era sino ir a la estación norte, que parece ser es desde donde ahora salen todos los autobuses en Yangshuo. Ningún problema. En menos de 20 minutos y por solo 10 yuanes estábamos ya montados en la tartana de autobús que hace este recorrido.

El recorrido pasa por una zona aún más rural, si cabe. Atraviesas pequeñas aldeas donde aparentemente, la vida es más difícil. Pero seguro que son solo apariencias.

Tras menos de una hora, hemos alcanzado Xingping.

Para alcanzar el muelle, hay que atravesar una calle muy pintoresca, con tiendecitas, restaurantes, etc. Se nota que es temporada baja, porque en muchos locales están de obras, arreglos menores, y no te prestan mucha atención. 

 Una vez en el embarcadero, las vistas ya eran impresionantes. El rio Li en primer plano y al fondo otro buen número de montañitas.

El río sigue bajando con fuerza, por lo que solo las grandes embarcaciones pueden navegar este tramo con los turistas chinos que llegan aquí en masa. Es una pena que las balsas de bambú no puedan surcar estas aguas, ya que la estampa sería completa.

Una de las cosas que se pueden hacer aquí, y que Roberto tenía entre ceja y ceja, es ascender a lo alto de la montaña de Lao Zhan Shan cuyo acceso está al lado mismo de donde salen los barcos. En esta foto se puede apreciar la locura que estábamos a punto de hacer...

Se trata de una ascensión complicada, con mucho desnivel, más de 1100 escalones, y hasta una ultima escalera de hierro cual vía ferrata. Si a todo esto le unimos que todo está mojado, las probabilidades de resbalar y tropezar estaban aseguradas. Os adelantamos que no hemos sufrido ningún percance. La subida, en efecto, ha sido tal y como la describían, bastante difícil.

Y, ¿ha merecido la pena tanto esfuerzo? Juzgad vosotros mismos...
Está claro que lo peor era la bajada, y por eso nos lo hemos tomado con mucha precaución en todo momento. Si nos viera Jesus Calleja!

Una vez descendido la montaña, un zumo de mandarinas - naranjas (no sabemos bien que eran) recién exprimido, para reponer fuerzas, justo antes de que empezara a llover. 

El resto de opciones en esta zona, pasan por coger uno de los barcos (que no era nuestra idea) o pasear hasta algunos de los miradores, que es lo que hemos hecho.

No muy lejos, la imagen que se puede fotografiar es la que aparece en los billetes de 20 yuanes...

Si en la zona de los arrozales, las mueres de la etnia Yao te querían enseñar su larga melena, aquí insisten en que te fotografíes con unos cormoranes, que son los que utilizan para la pesca (pobres animales), aunque nos imaginamos que será tan solo para los turistas...

Agotados, mojados y con hambre, hemos preferido aprovechar la relativa tranquilidad de este pueblo para sentarnos a comer. La elección del sitio y de los platos ha sido una pasada. Lo que se ve en la foto es, por un lado una berenjena asada con una salsa como si fuera un pisto, pero dulce, que estaba riquísima. Además, la berenjena estaba como crujiente, como si la hubieran pasado también por la parrilla. El otro plato, es una especialidad de esta provincia de China, y es lo que llaman el Beer Fish. Creemos que el pez de río en cuestión es una especie de perca, que ha resultado estar, dentro de lo soso que puede ser, muy sabroso por todo lo que lo acompañaba. Todo ello acompañado con un pot de té verde, y con toda la familia del local, por allí sentados.

Descanso reparador, tras el cual hemos cogido de nuevo el bus de vuelta a Yangshuo. Pero como ya nos conocemos como funcionan aquí las cosas, casi al llegar, les hemos pedido que nos dejaran bajar, ya que nos pillaba cerca del centro, y así evitar tener que ir a la estación, para luego volver al centro.
Además, está muy bien ir viendo escenas cotidianas a cada paso que das, como por ejemplo las tiendas de electrodomésticos donde destacan las cocedoras de arroz... o las partidas que en cualquier momento y lugar se echan los chinos y chinas, menuda afición que tienen, es impensable para nosotros...

Aprovechamos también para comprar fruta para la cena: mango y fruta del dragón. Estaba empezando a llover, estábamos cansados, así que nuestra terracita nos estaba esperando con los brazos abiertos. Qué maravilla de sitio!

Seguiremos informando.

4 comentarios:

  1. Empezando por lo último: las vistas desde el alojamiento no tienen precio, es para quedarse a descansar la mente con una cervecita y buena compañia. El paisaje de esta zona es espectacular (creo que esta palabra ya la he usado otras veces), alucinante, de postal y cuantos calificativos se quieran.

    La gastronomia es el otro referente de este viaje y todo hace indicar que la variedad y la calidad de los platos os está gratamente sorprendiendo; además os sirve para reponer fuerzas tras esos esfuerzos a lo planeta Calleja.

    Lo único que creo falta es poder comunicarse con la gente, con los vendedores de comida, en los arrozales, jugando la partida de cartas, en el bus; pero bueno, con unas clases rápidas de chino....

    Saludos virtuales y abrazos a raudales.

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  2. Hola chicos,
    Otro día para enmarcar dentro de la maravillosa ruta que habéis elegido en la grandiosa China. Desde luego llegar al "cielo" después de semejante paliza merece y mucho la pena. Un acierto.
    El paisaje .. no tengo palabras y el paisanaje me encanta , una pena la pérdida en España de la costumbre generalizada de las cartas .
    De la gastronomía no hablo , que sumo kilos solo de ver las fotos ¡¡¡
    Besitos

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  3. Yo tengo k decir k la apariencia de los platos no es la más apetecible, pero me pica la curiosidad y me gustaría probarlos. Más diciendo k están tan ricos y conociendoos un poco....
    El paisaje precioso. Me recuerda a las típicas imágenes del MeKong, en Vietnam

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  4. Lo positivo: la lluvia ha limpiado bastante el paisaje. Por ahí siempre está presente esa brumilla que se nota en algunas fotos, pero que en otras se ha despejado!!! Los cormoranes son más para turistas, pero yo sí que vi algunos pescando... Y cuidado con lo que desayunáis: las mujeres de avanzada edad, si no se cuecen mucho, resultan un poco indigestas :-)

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